Hippie chic: la delgada línea del mundo de colores

En un mundo dominado por pitillos y flúor, a veces dan ganas de mirar para el lado, encontrar un pasto más verde y saltar sin mirar atrás. El verano y el mismísimo Chile dan una excelente opción para hacerlo con el estilo de la onda hippie chic. Porque si en un momento costaba encontrar pitillos, nunca ha costado tanto hacerse su alternativa vaporosa-floreada en un país que parece jamás haber dejado totalmente de lado la tienda de India y la prenda más femenina. Y para qué hablar del mundo de la ropa usada.


Ahora, ¡alerta! Esta onda se maneja en una delgada línea. Se me ocurren los siguientes peligros y advertencias:

1.- Ojo con el exceso: Si hay vuelos, que no sean muchos, si hay flores, que no sean demasiadas o tan diversas. Este estilo puede ser muy sencillo.

2.- Algo de figura: Aunque uno se puede engolosinar entre vapores y telas sugiero que algo se debe mostrar o insinuar. O alguna de las prendas debe ser más ajustada o se puede dar un toque con alguna transparencia.

3.- Estilízate: Entre falda, flor y vuelo, si no tenemos las piernas muy largas, nos podemos ver muy mal. O se le agrega tacón o algo que ayude a verse más alta (jugar con el largo del pantalón o la falda).

4.- El asunto es CHIC: Si no, podemos quedar en la misma categoría de la tía loca.

5.- Considera siempre el accesorio: Mi favorito personal es el pañuelo (le veo una diversidad única con eso de aplicarse al cuello o la cabeza), pero es evidente que hay muchos más y pueden ser enormes aportes. Eso sí, ¡nunca olvidar la recomendación número 1! Ahora, reconozco que el cintillo hippie en la frente, rodeando la partidura al medio me queda grande. 

                                                                                 







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